Un propietario lleva un año y medio sin pagar la cuota comunitaria porque no le arreglan seis peldaños de la escalera comunitaria que da a su vivienda. Considera que la falta de arreglo le perjudica y por tanto se niega a pagar hasta que lo reparen. Él motivo de la falta de arreglo es la falta de liquidez para poder emprender la reforma no solo de esa escalera sino de tres más.
Por una parte el propietario tiene razón en quejarse o exigir el arreglo y mantenimiento adecuado de una zona común, pero nunca podrá usar dicho derecho como excusa para negarse al pago de su obligación. Si la comunidad no cumple con su obligación legal él tiene los medios suficientes para hacer cumplir con la Ley, pero está perdido si pretende oponerse al pago con dicha excusa.
Por cierto, el juzgado le condenó a pagar la cuota debida, un recargo del 20%, intereses y costas de abogado y procurador. La comunidad de propietarios según cobró, reparó no solo los seis escalones sino dos más que también estaban algo deteriorados.